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  • Foto del escritorLuisan Ortega

DEPORTE Y SALUD

Actualizado: 23 dic 2018

Los beneficios acerca de la práctica de la actividad física y del propio deporte suelen están enmarcados dentro de un ámbito médico, que considera la práctica del deporte como una actividad para disminuir las patologías de origen cardíaco, respiratorio y metabólico, entre otras. Aunque estas ideas son importantes, durante mucho tiempo ha pasado inadvertido la aplicación del deporte a otros ámbitos de la vida (Ramírez, Vinaccia & Gustavo., 2004).

A lo largo de este artículo, trataremos de exponer una serie de investigaciones que hacen evidente una serie de beneficios del deporte en relación con los procesos mentales, la sociabilización, el rendimiento escolar….


Todos sabemos que existe bastante preocupación por la poca práctica de actividad física de algunos colectivos. Estudios recientes señalan el sedentarismo como un factor que está relacionado con la aparición y gravedad de un número importante de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad… (Ramírez et al., 2004). Cada vez, un mayor grupo de ciudadanos de encuentra entre la población de riesgo que puede sufrir este tipo de enfermedades.


Aunque la actividad física se ha relacionado como algo que beneficia la salud mental (ansiedad, depresión, etc.…), si repasamos la literatura científica, observamos que no existen demasiados estudios para comprobar esta evidencia (Paluska y Schwenk, 2000). Pero la actividad física, también se puede relacionar con otro tipo de ventajas que afecten a la propia salud. Mediante la práctica del ejercicio físico, podemos conseguir una mayor autoestima (Sonstroem, 1984), una autoimagen positiva (Maxwell y Tucker, 1992) y la mejor calidad de vida en los niños y los adultos (Laforge et al., 1999). Además, realizar deporte de forma activa, reducirá las conductas auto-destructivas y antisociales en la población joven (Mutrie y Parfitt, 1998). Además, la intervención física se considera como un aliado en los procesos de intervención de patologías muy frecuentes como pueden ser el estrés, la ansiedad y la depresión (Ramírez et al., 2004).


A lo largo de la historia también se ha relacionado la práctica de la actividad física con una mejora de los procesos cognitivos. Como dice Ramírez et al., (2004) esto se pudo comprobar gracias a un estudio desarrollado por la Univerdidad de Illinois en Estados Unidos, donde se demuestra que a mayor actividad aeróbica, menor degeneración neuronal.

El deporte, también se ha utilizado como un proceso sociabilizador. En los resultados de un estudio elaborado por Carratala y Carratala en 1999, demuestran que existe una relación importante entre el deporte y su influencia en la potencialización de factores psicosociales, como incorporar las normas, el respeto por los demás, el compañerismo y la personalidad. Existe multitud de evidencia científica que secunda este estudio.


El rendimiento escolar y la práctica de la actividad física, también se relacionan de forma positiva. Por ejemplo Geron en 1996, dice que la práctica de actividad física tiene una relación de carácter positivo con los logros en la escuela, específicamente en las matemáticas y la lectura. Otros estudios también apoyan estos resultados.

En otro estudio elaborado por Gutierrez en 1995, se obtuvieron resultados concluyentes, que nos muestran como la práctica del deporte, favorecen los aspectos tanto sociales como personales.


CONCLUSIONES

Como observamos, existe multitud de evidencia científica que nos confirma que la práctica del ejercicio físico, además de mejorar nuestro estado de salud, también mejora otros aspectos poco tratados con anterioridad como puede ser la salud mental, el rendimiento escolar o los procesos cognitivos. Todo ello nos demuestra que la práctica de ejercicio físico debería ser fundamental en nuestro día a día. Debemos ser constantes y después de unas semanas, seguramente veremos cambios no solo a nivel físico, sino también en nuestra calidad de vida.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Carratala, V. y Carratala, E. (1999). El judo en edades tempranas. Una propuesta de competición. Ponencia en el I Congreso sobre la actividad física y el deporte en la universidad. Universidad de Valencia. Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.

Geron, E. (1996). Intelligence of Child and Adolescent Participants in Sports. In The Child and Adolescent Athlete (Vol. 6). Oxford: Blackwell Science Ltd.

Gutiérrez, S. (1995). Valores sociales y deporte. Madrid: Editorial Gymnos.

Laforge, R.; Rossi, J.; Prochaska, J.; Velicer, W.; Levesque, D. y McHorney, C. (1999). Stage of regular exercise and healthrelated quality of life. Preventive Medicine, 28, 349-360.

Mutrie, N. y Parfitt, G. (1998). Physical activity and its link with mental, social and moral health in young people. In S. Biddle, J. Sallis, y N. Cavill (Eds.), Young and active: young people and health-enhancing physical activityevidence and implications. London: Health Education Authority.

Paluska, S. y Schwenk, T. (2000). Physical activity and mental health: current concepts. Sports Medicine, 29, 3, 167-80.

Ramírez, W., Vinaccia, S., & Gustavo, R. S. (2004). El impacto de la actividad física y el deporte sobre la salud, la cognición, la socialización y el rendimiento académico: una revisión teórica. Revista de estudios sociales, (18), 67-75.

Sonstroem, R. (1984). Exercise and self-esteem exercise. Sport Science Review, 12, 123-155.

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